Por: Carola Pozo Cortez
Al correr del tiempo, el vocabulario de las lenguas modernas y muy particularmente de la inglesa, ha sido enriquecido por prodigiosos descubrimientos e invenciones que marcan el progreso realizado hasta la fecha, por lo tanto, se hace sentir la necesidad de consultar un buen diccionario que responda a las exigencias del creciente intercambio de ideas y productos entre los puebos anglosajones y por supuesto quiénes hablan la armoniosa lengua castellana.
Cuando llega el momento de utilizar un diccionario Inglés-Español, se deberá elegir un volumen donde uno pueda encontrar el más nutrido, completo y correcto vocabulario de los idiomas inglés español, ya que seguramente, en este, estarán descartados un sinnúmero de arcaísmos, vocablos en desuso, provinciacialismos y palabras de incorrecta ortografía.
Un buen diccionario, por lo tanto, deberá contener los más recientes y autorizados neologismos de uno y otro idioma. Seguramente, si de la parte española-inglesa se trata, se basará en la más reciente edición del Diccionario de la Academia, donde estarán transcritas, palabra por palabra, cuantos vocablos contiene aquel léxico, así como todos los más usuales modismos, con la sola excepción de las voces anticuadas y de las que han caído totalmente en desuso, y por supuesto anotando los equivalentes ingleses de las diversas acepciones de cada palabra.
De la misma manera se deberá pensar en la sección inglesa-española, sirviendo de base minimamente el más reciente Standard Dictionary, cuyos vocablos, acepciones y modismos hayan sido transcritos con sus equivalencias castellanas.